martes, 29 de abril de 2014

Junín invertido!

A quien le quepa el saco…
Soy de la ciudad de los adoquines, del pejerrey,  de bancos de cemento en los frentes las casas (símbolo de que alguna vez se pudieron usar), de esa ciudad que hoy está en todos los medios y no por su belleza turística.
Como yo, tantos otros, hace tiempo que intentamos dormir sin la pesadilla de que en uno de esos titulares quepa el nombre de un familiar; de que ese hombre llorando en cámara no llore la sangre de nuestro hermano… pesadillas que seguro han tenido los protagonistas de estos terribles hechos  sin siquiera imaginar que realmente les podría pasar.
Primero la muerte de Karen, y hoy la muerte de esta mujer nos reconfirma que nuestros temores no son en vano, que puede tocarnos a todos, que la ciudad tal como era, ya no existe; que tal vez ya no sea el lugar en el que criar los hijos, o al cual volver… y la existencia de estos pensamientos es lo que más nos duele.
Es triste pero así se respira Junín, más cerca o más lejos, el miedo y dolor se percibe en el aire. Pero hace tiempo Junín intenta decir ¡Basta! Con infiltrados, con bombas, con fuego de por medio, Junín sigue intentando pedir -como puede o lo dejan-Justicia por sus muertes, seguridad para sus familias.
Desde lejos, desde donde me vine a formar-entre lágrimas- pido que ese ruido llegue a aquellos oídos tapados de poder y perversión. Que, aún así fuera como bandera de campaña política, le devuelvan a la ciudad “la vuelta al perro”, “las sillas en las veredas”, “los veranos llenos de jóvenes en La Fuente”, “la caminata alrededor del ferrocarril”….
Junín NO es un pueblo, es cierto. Pero no hace tanto conservaba ciertas costumbres de antaño que le daban ese tinte a fotos amarillas que tanto jóvenes como ancianos añoramos.
Desde acá y en nombre de muchos ya no pido: exijo seguridad. Porque sólo se puede pedir lo que no es de uno, y el derecho a vivir en libertad es de todos.
Y recordemos que nuestro ejercicio ciudadano fundamental es la emisión del Voto, que de seguro no debe ser desmemoriado (como muchas veces lo es), pero no es el único. Tenemos, el deber de hacer valer nuestros derechos.
15/03/13
MVB
Por esa magia de las redes sociales comenzó a circular esta vieja carta que escribí hace un año... y Hoy, un año despues y viendo mientras la carta es compartida, que lamentablemente tiene vigencia, me siento en la obligación de hacer una aclaración.
Bien es sabido que todos somos responsables de las consecuencias sociales de nuestras acciones o inacciones... pero en nuestro apreciada democracia, son distintos los niveles de responsabilidad según el rol que la sociedad nos asigna en su entramado de organización y gobierno... participar no es poner mano propia en responsabilidades de otros... participar es ejercer nuestro poder ciudadano para exigir que eso se cumpla. 
Y me permito una ultima nota, por las dudas:  La violencia es violencia la detente quien la detente.  No existen motivos 'justos' para ejercerla.


Que triste que Junin este tocando esta realidad!